sábado, 15 de octubre de 2011

Pulover Celeste



Ella estaba llorando
con su pulóver puesto
de lana celeste,
toque su hombro, se dio vuelta,
le pregunté que pasaba,
me dijo nada,
le dije "soy yo".

Supo quien era
sin aclaración alguna,
y yo sabia que era ella
sólo por su mochila.

Nunca habíamos visto alguna foto de nosotros,
solo hablábamos casi una vez por mes
en conversaciones perdidas, virtuales,
nos conocíamos completos sin habernos visto nunca.

Atiné a limpiar sus lágrimas.

Una semana después,
dejé a la persona que estaba conmigo,
para estar con ella,
y en nuestro primer beso
perdió su pulóver prestado de lana.


Nunca supe porqué había llorado.

Solamente supe que yo era
la persona con la cual ella dejaría de llorar.
Estuvimos juntos cuatro años, soñados.
Hasta el día en que volví a casa
y ya no estaba.

No hice nada..


En ese momento comenzó a nevar.
Fui a caminar solo, bajo la imposible nieve.
Todo el mundo maravillaba y reía
porque jamás en su vida habían visto algo así
por estas latitudes.

Yo lloraba, porque lo más maravilloso de mi vida
se había ido para siempre.

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